El pasado, hoy

pasado hoy

Allí donde llevamos nuestra atención, es lo que hacemos «realidad en ese momento»; otra cosa claro, es cuanta conciencia existe de dónde estoy llevando mi atención, cómo lo estoy haciendo y las razones para ello. Lo que es seguro, es que cuanto más lo hagamos, mejor nos volveremos en esa forma personal de hacerlo. Nos hacemos hábiles, en aquello que desempeñamos.

Estoy notando en una persona muy cercana a mí, que ahora mismo se está acercando a los sesenta años, de un tiempo a hoy es muy recurrente su relación con el pasado de su infancia y juventud. De hecho ha recuperado una amistad muy significativa y relevante de esa época, y entre ambas están alimentando ese vivir del recuerdo, incluso llega a de alguna manera volver hacerlo presente a través del intercambio de objetos de una cierta significatividad personal de esa época.

Es una llamada de atención de algo que puede estar subyaciendo, y es que ante un «hueco de proyectos en el futuro» es más recurrente el «ir al pasado y capturar lo que ya he vivido». Cuantas ocasiones escuchamos aquello de que «cuando nos hacemos mayores recordamos mejor las cosas que ocurrieron hace 50 años, que la comida de ayer», y en buena medida una de las influencias, es que precisamente, cuanto más tiempo paso pensando en el «pasado», cada vez que me acerco a él, en más detalle puedo ir notando, y más tiempo invierto, quizás, porque lo que vivo hoy mantiene poca significatividad y ese sentir vacío  lo prolongo hacia el futuro, con lo que encuentro un refugio «pensando en el pasado»

Somos la prolongación dinámica de nuestro pasado, hacia el ahora y así proyectarnos en nuestro futuro. El ir generando ese sentir es muy útil, porque nos permite recordar (pasado), notar (presente) e imaginar (futuro) como algo en constante movimiento de una manera analógica, o bien estar en cualquiera de ellos (de una forma digital) acotando un tiempo a cada uno, para mantener un equilibrio, cuando noto que no está incluido puedo interrogarme acerca de ¿qué ocurre con aquel lugar que no estoy ocupando?, ¿que ocurre con el lugar en el que tanto tiempo paso y qué me ocurre si salgo de él?

«Escapo del presente, temiendo al futuro e idealizando el pasado», y pueden existir todas las combinaciones y excepciones a esta generalidad, ¿las mantienes en equilibrio?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Consultas Adaptadas a Cualquier Economia

CONTACTA AHORA