Como seres humanos necesitamos “Investigar” el mundo para adquirir conocimiento de cómo es el mundo, cómo es el entorno en el que me desarrollo y a partir de ahí también poder manipularlo, poder interactuar con él. Esta habilidad es un proceso que empezamos a desempeñarlo desde que llegamos al mundo Así construimos un “Saber”
Ese “saber” lo vamos consolidando a partir de las evidencias que entendemos encontrar, hasta que llega un momento en que se consolida. Ahí podríamos entrar en otras distinciones aplicadas a la naturaleza de ese conocimiento o de ese saber que lo hace más o menos firme.
La cuestión a la que aquí me quiero referir, es que cuando encontramos algo y no tenemos disponible conocimiento para explicar lo que ocurre, generamos interiormente lo que podemos llamar un “hueco de comprensión”, y ese “hueco de comprensión”, suele vivirse, suele ir asociado a la un sentir de “incomodidad”, lo sentimos mal, desagradable, porque nos hemos entrenado a darle un sentido al mundo y en la educación a castigarnos si algo no se conoce.
Así hoy con el acceso a Internet y todas las fuentes de “conocimiento” que se ofrecen, vivimos en lo que de una forma tan cursi se llama: “sociedad del conocimiento”, y esta acepción es muy limitada, ya que esa “sociedad del conocimiento”, está construida por un “saber o conocimiento” lleno de imprecisiones, de lagunas y de cosas no certeras, que preferimos asumir para deshacernos de ese “sentimiento incómodo, que genera la falta de conocimiento ante un hecho”
En una sociedad no tan distante a la de hoy, en general, la gente cuando se relacionaban con un tema con el que no estaban familiarizados: “sabían que no sabían” y delegaban en los que ellos entendían como figuras de autoridad en el tema en cuestión. Hoy no, muchas personas viven en el autoengaño de saber de muchos temas, porque tienen sus dudas resueltas a un golpe de click.
Aprender a que “una ausencia de conocimiento sobre una materia”, no tiene porqué ser incómodo, porque no podemos tener acceso del “saber” en todas las materias, y a la vez entrenarnos en “pasar por el filtro”, el conocimiento que nos llega, en base a investigar la fuente de donde procede. Por ejemplo: unos periodistas polemizando acerca del contenido de una sentencia judicial: ellos podrán tener unos conocimientos de periodismo, pero no han estado en la Instrucción del caso y no conocen en detalle el cómo se ha desarrollado y en base a qué se ha llegado a las conclusiones que puede plantear la sentencia.
Que algo sintamos cómodo, no significa que sea útil, ni que sea certero.