Saber Escuchar

En nuestro desarrollo de forma inconsciente vamos aprendiendo y desarrollando “habilidades”, y es en ellas donde hay que encuadrar aquello genérico de “saber escuchar”.  Y el “saber escuchar”, no sólo tiene que ver con oír los sonidos articulados procedentes de nuestro interlocutor, éste es sólo un elemento que puede o no ser posible: una persona que no pueda oír, también puede aprender a “saber escuchar”
Cuando notamos, percibimos que una persona nos escucha, es más fácil que empecemos el proceso paralelo de conectar con esa persona, de generar emociones gratificantes como pueden ser el sentirnos cómodos, respetados, que merecemos atención, que en ese momento importamos a esa persona…y todo ello puede conducir a reforzar los lazos con esa persona.
¿Qué cosas podemos abrirnos a notar cuando queremos “aprender a escuchar”?
  • Notar, el lenguaje que está empleando nuestro interlocutor, incluida la precaución, de que las palabras por él utilizadas en su experiencia, pueden tener un significado distinto al que puedan tenerlo para mí.
  • Notar, cómo acompasa, acompaña el lenguaje, las palabras y sus gestos corporales; hasta qué punto son congruentes.
  • Notar cómo puede ser de “pesado” el asunto que el otro me está trayendo a colación, si es algo especialmente relevante para él o no, independientemente de mi criterio acerca del valor del mismo.
  • Notar el estado de ánimo, el estado emocional, la inquietud de la persona que me habla, qué me llega de él, con el cuidado de no precipitarme en las conclusiones, y notar de fondo la intuición que puedo mantener.
  • Notar el contexto en el que estamos hablando, qué se está diciendo y si se ajusta al mismo o no.
  • Notarnos, en qué interpretación estamos haciendo nosotros mismos, de lo que estamos escuchando, y siempre, verificarlo con nuestro interlocutor.
  • Notar qué trasfondo puede tener lo que me está transmitiendo, con qué cosas pueden estar conectadas, qué cosas no se están planteando, aunque en el fondo, son las que están incidiendo.
Preguntarnos, por ¿qué otras cosas puedo notar?, ¿cómo me percibo en la comunicación?
La habilidad de “saber escuchar”, también tendría sus límites a tener en cuenta:
  • Notar hasta qué punto es relevante lo que me está transmitiendo
  • Notar, si se me quiere manipular en el mensaje
  • Notar, si es apropiado
  • Notar, si en ese momento yo también quiero poner en funcionamiento la habilidad
Cada uno de estos ítems, requerirá práctica, algunos los hemos desarrollado de forma natural, otros podemos aprenderlos y cuanto más los ejercitemos, más hábiles nos volveremos en ellos. Lo que sin duda hará más probable es que mi comunicación con los demás mejore, y también estaremos en mejor disposición de decidir en todo caso, si es con esa persona con la que quiero mantener lazos o no.

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