Ecología y Razón

He escuchado esta mañana unos datos pavorosos en torno a la situación del planeta, cosas del tipo: necesitamos tres veces la producción de la tierra para continuar sosteniendo el incremento de población, el 50% de las especies en el mar estarán estinguidas en poco tiempo…y muchas más, que encontrocan muy bien con el impacto mediático tan característico del periodismo en general.

Quien denunciaba este tipo de cosas son personas «cercanas al ecologismo» y se basan en la «observación» de lo que ocurre en el mundo, y a partir de ahí hacer deducciones bastantes certeras de la misma, desarrollando una labor muy encomiable .

Sin embargo, hay cosas para las que este modelo de: observación, hipótesis y verificación no se aplican, y simplemente se dejan llevar por ideas poco certeras respecto a lo que «realmente ocurre»; también por muchas personas cercanas al «ecologismo» y me estoy refiriendo a asuntos que tienen que ver con la investigación y desarrollo de nuevos productos y soluciones -siempre parciales- a la problemática, y que desde algunas personas «ecologistas» rechazan, atacan sin una debida razón.

Es el resultado de lo que suele ocurrir cuando en nuestra vida de forma ecléptica adoptamos un modelo u otro alternativamente de funcionar en el mundo,y todo puede ser de utilidad o no en función de las consecuencias que tenga en mi vida. Yo puedo adoptar un modelo basado en la razón, la ciencia, la experimentación…y sin embargo paralelamente «creer que en mi vida existe un angel guardián que me cuida». Esta última creencia decido no pasarla por el filtro de un «modelo científico, razonado», y puede que en muchas ocasiones me sea muy útil…El problema se plantearía cuando yo no decido hacer una determinada cosa en el mundo -si no está en contradicción con mis valores- «porque ese angel guardián se puede enfadar», entonces sí que hay algo muy limitante.

No podemos verificar todo el tiempo y sin parar todo lo que para nosotros funciona como un saber en el mundo, aunque lo que sí que resulta recomendable es que cuando mantengamos una postura sobre un determinado tema procuremos «no hablar de oidas por supuestas voces por muy autorizadas que estén» y que verifiquemos ese saber por nuestra cuenta, que incrementos la habilidad de «investigar nuestro saber», de contrastarlo.

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