El lenguaje es una forma de expresar y estructurar el diálogo interno que podemos mantener. Cada palabra para cada persona va a estar conectada a una forma de pensar, hacer y sentir; aunque aparentemente creas que todos convenimos en entender las mismas cosas de la manera en la que tú la haces. Modelamos igualdad en el mundo.
Esta es la fuente de muchas discusiones y conflictos, cuando tú al expresar algo das por entendido que tu interlocutor está entendiendo lo que le quieres hacer llegar. ¿Verificas en tu vida diaria y te garantizas que la otra persona ha entendido el sentido de tu comunicación?, ¿te pones en el lugar del otro para abrirte a la posibilidad que lo que para tí significa -por ejemplo- «amar» no necesariamente para el otro es el mismo, y que ninguna mantiene una objetividad universal?
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