Este mediodía en el programa «De buena ley» ha quedado patente muchas de las ideas que hoy en España se manejan y que respaldan todos aquellos que están llamados a «mejores causas» en su lucha constante por la «soliridad en pro de un mundo más justo», con sólo escribirlo hasta casi llego a la emoción.
Que una chica encuentre una tarejta de crédito (perfectamente indentificable) y que la utilice, es la cosa más normal del mundo, porque tiene 3 hijas y hay que darles de comer, por supuesto. De aquí se derivan cosas como:
– Por supuesto que sí!! sus hijas son lo primero
– Eres una «madre coraje», porque «haces lo que sea» por tus hijas
– Quien roba a un ladrón, cien años de perdón (la propietaria de la tarjeta aún se estará pellizcando)
– Esto es como el que se encuentre un billete de 50 euros y lo utiliza (creo que no, que las tarjetas son perfectamente indentificables)
. Si todos los políticos corruptos están en la calle, ¿porqué se te va a condenar a ti?
– La defensa ha sido asumida por un buffete de abogados que no le cobra un céntimo, bien!!
Es decir, un aquelarrre en el que todo se mezcla y se justifica, pasándose por «el arco del triunfo» algo que en cualquier sociedad con un mínimo de racionalidad, debiera de ser constitutivo de casi sacralidad, y es la propiedad privada:
– ¿Alguien ha pensado en la propietaria legal de la tarjeta?, ¿en qué situación pudiera encontrarse?
– Esta «madre aguerrida», ¿se puede saber exactamente donde está el mérito de coger algo que no te pertenece y utiilizarlo?
– ¿Alguien ha preguntado que responsabilidad tiene ella hacia su propia existencia, y donde la ha conducido?
Pues como son preguntas retóricas están contestadas en su formulación. Lo que me consuela mucho, es que estoy seguro que todos aquellos que han defendido la actuación de esta mujer, le habrán entregado su propia tarjeta a ella, para que haga debido uso con el fín de alimentar a sus hijas, hay que ser coherente ¿no?
Manuel León López
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