Convicciones

Relata en uno de sus cuentos Jorge Luis Borges la historia de un misionero escocés, que se traslada a una tierra donde habitan unos indígenas que mantenían mucha fé en uno de los brujos que habitaban el poblado.
Los indígenas eran muy refractarios a las convicciones que predicaba el misionero, y éste les planteó el motivo, a lo cual los indígenas le respondieron que ellos disponían de un hechicero muy, muy poderoso. El misionero les preguntó entonces acerca de esos “poderes”, a lo que ellos le respondieron que “podía transformar los hombres en hormigas”, cosa que el misionero consideró como una estupidez y solicitó que le mostraran los “hechos, las pruebas”.
No hubo ningún inconveniente por parte de los indígenas, y llevaron al misionero a que contemplase un hormiguero…para ellos esa era la prueba en el mundo de su convicción.

Todos utilizamos convicciones porque nos son útiles para vivir, pero hay que gestionarlas cuidadosamente no vayamos a utilizar la realidad como instrumento de verificación de ellas, cuando no exista ningún tipo de conexión.

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