Una solución: un problema mas

El apoyo económico por parte de entidades públicas a algunas Asociaciones están resultando en unas eliminado, recortado o replanteado; con lo que dependiendo del caso específico así también se están recolocando la estrategia de la Asociación en cuestión para continuar con su labor.
Recientemente en una de ellas a la cuestión de la incertidumbre de su continuidad, y las cosas que estaban gestionando para obtener recursos sin depender de los organismos públicos, habían generado una cuestión añadida: “la persona que administrativamente gestionaba el asunto, no había tomado vacaciones este verano, y no sabía cuando ese periodo lo podría cubrir”
Resulta muy conveniente el permanecer actualizando la información con la que nos movemos en el mundo, e ir encajando nuestra conducta al entorno que en ese momento nos toca lidiar. A lo largo de mi trayectoria profesional puedo ir consolidando la idea que: “todos los años necesito al menos dos semanas de vacaciones”, como si “las vacaciones” fuesen un fin en sí mismas, independientemente del entorno y de lo que yo haga dentro de ellas.
Cuando estuvimos explorando qué es lo que esta persona estaba temiendo perder o expresado de otra forma de qué beneficios no iba a disfrutar si las vacaciones no se mantenían, entre otros, emergía uno que me llamó mucho la atención y era que por el mero hecho de comenzar un periodo vacacional “iba a desconectar y olvidar la situación de la asociación” Lo estaba planteando en términos de causa-efecto (vacaciones-olvido) y por otro lado como si ello en sí fuese beneficioso.
La probabilidad que por el mero hecho de adentrarse en un periodo de vacaciones fuese a “desconectar” es muy baja, ya que la cosa no sólo consiste en dejar de aparecer durante unas horas en una oficina y supuestamente marchar a otro lugar; sino que hay que hacer más cosas para eso que se llama “desconectar”.
Por otro lado la cosa de las vacaciones se estaba planteando  como un problema, ya que no encajaban en el calendario y por otro como la “solución”: ¿a qué exactamente?. No se había identificado a qué exactamente era la solución, y de ser solución, qué otras cosas se podrían adicionalmente hacer.
Entre otras cosas emergieron asuntos como son: las ideas de las que a priori parto y que no son pensadas en detalle, la falta de actualización de ellas al contexto y la búsqueda inmediata de “la solución”, como si cuando abordamos algo sólo hubiese una manera posible de hacerlo.
Herramientas para pensar de forma distinta y más precisa los asuntos existen, y éstas son beneficios que potencialmente vas a recibir si decides explorarlos en un trabajo que personalmente te puedo facilitar.

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